¿Cuánto vale la paz de tus seres queridos? -- El último de los regalos
Hay días en los que, en verdad, me sorprende cómo una pequeñísima decisión, acompañada de un esfuerzo, puede dar un giro radical a nuestra vida y a la de las personas que amamos.
Ojo, este artículo está dirigido a quienes realmente se preocupan por su familia, por sus seres queridos. A esas personas que se rompen el alma día tras día no solo para llevar un pan a la mesa, sino también para alimentar la ilusión de alcanzar una mejor calidad de vida, poco a poco, disfrutando lo que tienen en el presente.
Este texto es para quienes sonríen al ver a su pareja, a su madre, a sus hijos. Para quienes agradecen cada bendición que la vida les da y que siguen luchando por estar cada día mejor.
Si no te identificas con esto, sigue tu camino. Este post no es para ti, y te deseo un excelente día.
Ahora que ya estamos entre amigos (sí, tal vez suene un poco GenX, aunque soy Millennial jeje), quiero platicarles cómo esta mañana, durante una cita con una cliente, me maravilló ver lo mucho que puede significar una pequeña acción para el bienestar de sus seres queridos.
¿A qué me refiero? A la protección, específicamente a un seguro de vida puro y sencillo. Sin adornos, sin complementos, sin extras. Solo un seguro de vida.
Ver cómo podemos ayudar a las personas a entender que existen instrumentos accesibles y valiosos allá afuera, me llena de orgullo y me recuerda por qué sigo en esta profesión, que puede ser complicada, pero es increíblemente apasionante.
Durante esta conversación, mientras cerrábamos un seguro de vida básico, que cubre fallecimiento e invalidez, no podía dejar de pensar en lo que sentirán los hijos de mis clientes cuando ellos ya no estén. Más allá del inmenso dolor de la pérdida, imaginar la sorpresa y gratitud al descubrir el último acto de amor que su ser querido les dejó. Esa tranquilidad, ese alivio de poder vivir su duelo sin el miedo a quedarse sin dinero, sin la angustia de perder un trabajo o enfrentar una crisis financiera.
Es un regalo que les permite seguir adelante, tal vez incluso cumplir proyectos que estaban en marcha. Y si además tienen educación financiera, sabrán aprovechar ese dinero para continuar disfrutando su vida, mientras esperan su propio momento de partir.
¿Cuántas depresiones, separaciones, problemas familiares o rupturas de sociedades han sido provocados por la falta de dinero? ¿Cuántos gastos legales inesperados, trámites engorrosos, remates de propiedades para pagar pequeñas deudas familiares podrían evitarse con un simple seguro de vida?
Un regalo así trae paz tanto a los que se van como a los que se quedan. ¡Cuánto bien haría a nuestro país tener familias estables y financieramente tranquilas!
Conozcan cómo funcionan estos seguros. Vean lo accesibles que son. Hagan un plan para dejar ese último regalo de amor a sus seres queridos. Tomen acción ahora y contribuyan no solo al bienestar de su familia, sino también al de su país y su sociedad.
Aquí, en nuestro equipo, estamos orgullosos de apoyar a las personas en estos momentos importantes. Siempre estaremos felices de sentarnos a tomar un café y platicar de esto y mucho más.
Aquí tienen a un amigo.
Saludos,
JR